Durante una intensa jornada de reuniones, Ortiz participó de encuentros con SENASA, la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación, y autoridades sanitarias de Santa Fe y Entre Ríos, donde se abordó de manera conjunta la problemática de la garrapata y el síndrome de tristeza bovina. Según detalló, se busca avanzar hacia un nuevo plan nacional para enfrentar esta enfermedad, que genera graves pérdidas económicas al sector.
“En Corrientes perdimos 80 millones de dólares en 2024 sólo, en siete departamentos del sur. Es una problemática seria que debe abordarse con una mirada regional”, afirmó Ortiz. En ese sentido, cuestionó que históricamente los planes se diseñen en Buenos Aires sin participación territorial: “Llevamos 104 años de planes que fracasan porque no se consulta al productor. Esta vez hay que hacerlo al revés: desde las provincias y el territorio, para que el productor pueda cumplirlo”.
El funcionario correntino remarcó que el cambio climático ha agravado la situación, desplazando la frontera de la garrapata hacia el sur, sumado al mal uso de garrapaticidas y la creciente resistencia antiparasitaria. “Hoy hay garrapata en Córdoba, en Entre Ríos, en Santa Fe. Esto dejó de ser un problema de Corrientes. Hay que trabajar juntos para abordarlo en serio”, sostuvo.
Durante la jornada también se presentó el trabajo de la Mesa del Síndrome de Tristeza, un espacio interinstitucional creado por el gobierno de Corrientes, que hoy se posiciona como referente a nivel nacional en el abordaje técnico del tema. “Fuimos zona buffer durante años, conteniendo el avance de la garrapata hacia el sur, y ese costo lo asumió el productor correntino. Hoy debemos dejar de señalar culpables y empezar a construir soluciones conjuntas”, finalizó.
Para Ortiz, la reunión fue exitosa: “Fuimos escuchados por Nación y por las demás provincias. Si logramos diseñar un plan que contemple la realidad del territorio, vamos a tener mejores resultados”.